Más muerto que vivo
Muertos vivientes por todos lados, recuerdo cómo te encantaban los zombies, y nos influenciaste para ver The Walking Dead, y también Zombieland, jajaja. ¡Vaya cosas que te gustaban! Sin dudarlo, eras una chica fuera de serie, con mucha cultura pop implantada en tu cerebro y las pupilas cegadas por años viendo MTV. Una mujer de otro tiempo, pero no de hace muchos años, con predilección por la década 2000 a 2010.
Infancia es destino, se ha dicho continuamente, tanto que incluso desconocemos al autor de esa frase, y la repetimos continuamente, pero yo creo que más bien adolescencia es destino. En tu caso y en el mío, lo que más nos marcó fue la música y la moda de aquellos años, de la primera mitad de nuestra vida, mira la ropa y marcas que preferimos, ve los conciertos a los que pudimos asistir, escucha las bandas que seguimos oyendo.
Tuvimos puntos de encuentro en todo ello, pero nunca fuimos absolutos en ninguna de esas preferencias ¿qué nos mantenía juntos, entonces? ¿el miedo a la muerte? ¿el miedo a quedarnos solos? ¿qué te hacía quedarte despierta en aquella cómoda cama, esperándome mientras yo me embrutecía y buscaba problemas al otro lado de la Ciudad? ¿qué me hacía volver a ti arrastrándome, mancillada mi alma?
Siempre recordaré con cariño aquellos largos viajes para verte, aunque, te soy sincero, algunas veces los odié, incluso, un tiempo sentí alivio de ya no tener que hacerlos. Este fin de semana tuve añoranza de Cahuacán, recordé los prados y miré aquel papalote colorido surcando el aire tan fácilmente, y quise volver a tomar una cerveza helada en Los Cocos, después de unos tacos de pechuga en el tianguis de los domingos.
Me gustaba todo eso, era feliz a mi modo. Siento añoranza de aquellos lugares y de esas personas, de tus padres, que siempre fueron buenos conmigo. Aún siguen vivas en mi recuerdo aquellas tardes sentados afuera de la iglesia del pueblo, tomando una cerveza o un frapé, viendo Dragon Ball Super, Los Simpson, o cualquier otro video. Anhelo que todo aquello vuelva, y pienso si alguna vez será igual, contigo o con otra persona.
¿Tú cómo lo estás pasando? ¿qué es lo que más recuerdas?
Me tardé en escribir esta vez, no porque te esté olvidando o esté muy ocupado, si no porque ya vi que no lees estas entradas, me hubiera gustado que lo hicieras, por los viejos tiempos, por un buen recuerdo. No quiero forzarte a nada, ya no tengo ninguna influencia sobre ti.
Espero que cuando estas letras te encuentren, te halles lo mejor posible y que seas feliz, y plena con tus proyectos.
Deseo lo mismo para mí la próxima vez que relea esto. Cuídate mucho Monse, te mereces toda la felicidad del mundo.
Comentarios
Publicar un comentario