Tensión
Tal vez debería de dejar de hacer esto de escribirte, no se bien con qué objeto lo hago, pero siempre que termino me siento mejor. Te platicaré cómo es el proceso:
1.- Tengo mil ideas y recuerdos, y trata de armar un texto que pienso te puede gustar.
2.- Lo pienso a lo largo del día, mientras hago otras cosas.
3.- Todavía eres mi primer pensamiento al despertar y al irme a dormir, casi a diario sueño contigo. Los primeros días no podía dormir, ahora ya duermo más pronto.
4.- Escribo.
5.- Espero que lo veas y me da ansiedad porque no se si lo viste y no hay comentarios. La verdad no quisiera atosigarte con correos, no es la intención de estas letras.
Hoy es un día extraño, aunque dormí bien me siento cansado, de nuevo los hombros se me meten hacia el pecho y me encorvo, justo en medio, entre el corazón y el estómago siento calor, aprieto los dientes, respiro hondo, y siento cosquillas en las manos. Así es como mi cuerpo siente tu ausencia.
¿Qué es para ti el amor? Me preguntó la psicóloga.
El amor es algo que no puedes explicar, sólo lo sientes, respondí.
¿Cuando te diste cuenta que estabas enamorado de la Güera?
A los 2 o 3 años de que empezamos a salir, la quería mucho desde el principio, me gustó desde el primer día que la vi, había magnetismo entre los dos, en verdad, si estaba junto a ella debía tocarla, alguna fuerza irresistible me obligaba a abrazarla, no como para protegerla, sino para no dejarla ir. Ella comenzó a decirme "te amo", yo no sabía bien cómo corresponderle, porque no estaba seguro, ella me pidió que se le dijera, no pude, esperé. El primer "te amo" sincero que salió de mí fue en una ocasión que me quedé en su casa, yo entre a su cuarto y la vi acostada, hermosa, entre aquellas cobijas gruesas que le gustan, con el cabello rubio como oro enredado y enmarcando su rostro de niña, la cara limpia, blanca como porcelana, y esa respiración que duraba el doble que la mía.
Viéndola ahí, no podía hacer otra cosa más que besarla, caminé hacía ella, toqué su cintura por encima de la cobija, aspiré su olor, ella despertó y abrió esos ojos verdes infinitos que podían ver mi alma, y la historia de todas mis vidas pasadas, me desarmó, las piernas me temblaron. Sonrió con aquella boca dulce, inocente, tomé asiento en la cama y la besé, una, dos, tres veces. Le dije "te amo", y todo tuvo sentido de nuevo.
¿Qué es lo que más extrañas de ella?
Su amor, la manera en que me mostraba cuánto me quería, poder abrazarla, tomar sus manos, oler su cabello, cuando me arrullaba como a un niño "ushu, ushu, ushu", como lo hacía mi abuelita cuando a los 3 años tenía pesadillas. Extraño verla. Y también extraño el sexo, aquella pasión dulce y perversa que generábamos. Mis manos recuerdan tan bien su cuerpo que pueden describirlo en el aire, como lo haría un escultor clásico al mirar un bloque de mármol antes de ponerse a picar la piedra.
Duele tu ausencia. Martín Díaz me dijo "¿por fin entiendes la expresión corazón roto?" "Ya vez que no se dice a la ligera", y sí, así se siente.
"No nos mata la soledad, sino la indiferencia", escribió Don Miguel de Unamuno, y eso es lo que duele más, que me estés olvidando, y comprender hasta donde yo generé eso, con mis acciones y mis omisiones.
Veo tus fotos en Instagram, lo siento, no lo hago a propósito; a veces, cuando más te extraño, entro a verlas, y miro a través de ellas tu tristeza, no se cuanta de esa melancolía haya sido mi culpa. Y pienso que eran llamadas de auxilio, gritos de "¡Ya basta!" "¡Mira Gil!" "¿Por qué no me miras?", pero yo ni siquiera conocía el Instagram. Me duele pensar que yo te hice llorar, porque nunca habría querido hacerlo. Siempre quise que fueras fuerte, que fueras alguien admirable, y alguien de quien pudieras sentirte orgullosa. Poco a poco lo has conseguido.
¿Qué sigue para mí? No sé.
¿Hasta cuando la vas a esperar? preguntó la psicóloga. Hasta que me vuelva a enamorar, contesté, y ni siquiera está en mis planes buscar a otra persona.
Esta foto es la más triste de todas:
La canción para esta carta, pudiera ser más triste, como una de Julio Iglesias que me desarma (ya estoy dando el viejazo), pero mejor pongamos la de "Llévame Contigo" de Paty Cantú, tiene mejor ritmo, y me gusta el verso del final:
"Ich bette dass uns gott nicht hört wo bist du?"
-Pido que dios no nos escuche ¿dónde estás tú?- por su traducción del alemán.
Buen miércoles.
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