Recuerdo

"De tanto cantarle al amor y la vida

Me quede sin amor una noche de un día

De tanto jugar con quien yo más quería

Perdí sin querer lo mejor que tenía.

-Me olvidé de vivir, Julio Iglesias.

Me hago viejo y pendejo en este juego del olvido y la memoria que llamamos vida.

¿Cómo contarlo? Ayer fui a primera sesión con el psicólogo, sólo puedo decir que lamento no haberlo hecho antes. Ella, la doctora, me dijo que habías hecho lo mejor para ti, porque yo no tenía nada que ofrecerte, que me esperaste tantos años, que te desesperaste y tomaste una decisión, que tal vez fue apresurada, pero eso no quiere decir que sea a corto plazo, y que me resigne, que a veces las decisiones que tomamos a la ligera pueden durar 30 o 40 años... quiere trabajar con mis problemas, y que honre tu recuerdo, porque aprendí que puedo amar y que alguien puede amarme.

Me dolió, pero sigo vivo.

Encontré el apunte original (2011) de la historia de nuestro primer día juntos, lo que te contaba en mi carta de ayer. Por cierto me emocioné cuando leí tu comentario "volvería a vivirla", pero luego entendí que ya no te referías a mí, contigo.

Pegaré la foto al final, esta es la transcripción:

"De lo de la miada no me acuerdo, pero se que a partir de mañana lo recordaré siempre.

Apenas hace unas horas estábamos tan dispuestos a casarnos... ¡maldito municipio de Atizapán! llega uno con flamante novia y se va solo, habiéndolo perdido casi todo, incluso, el amigo de papel y tinta.

El domingo se escurrió lentamente como miel en camino a cristalizarse, no pude dejar de pensar en ti, y como mercachifle de palabras que soy, quise escribirte algo bello, pues no te gusta la literatura vívida que me rodea, sino aquella más perenne, la cosa es que yo soy más cronista que maestro de la ficción, soy un desengañado, un patán en todos los aspectos. Mientras tú tienes los besos más hermosos y tiernos de mis últimas batallas, me gustas como el helado de tiramizú, como las tardes soleadas jugando hockey de aire, como cargarte, como tomarte de la mano turisteando en el mercado, me gustas y quiero seguir abrazándote, rodearte con mis brazos mientras cierro mis labios sobre tu labio derecho, tomar tu cintura, acariciar tu cabello, sentirte cerca...

¿Qué mundo es este que el amor debe hacerlo uno en la clandestinidad?"